OPERADORES POLÍTICOS: EN LAS REGIONES TAMBIEN DAÑAN

Jerga política. El Mercurio 23.11.06. Rocío Montes
"Dícese de cualquier militante medio de un partido político que queda sin trabajo
después de una elección y que sus protectores deben encontrarle un puesto en
el Estado después de los comicios".

Jerga política. El Mercurio 23.11.06. Rocío Montes
"Dícese de cualquier militante medio de un partido político que queda sin trabajo
después de una elección y que sus protectores deben encontrarle un puesto en
el Estado después de los comicios".
Se señala que estos personajes son los que trabajan por y para un determinado
caudillo -ya sea del mundo del Parlamento o de una determinada tienda- a
quienes se arriman desde sus primeros años en política y a quienes ayudan
en sus sucesivas elecciones.Son grandes conocedores de las máquinas partidarias
caudillo -ya sea del mundo del Parlamento o de una determinada tienda- a
quienes se arriman desde sus primeros años en política y a quienes ayudan
en sus sucesivas elecciones.Son grandes conocedores de las máquinas partidarias
y tienen un amplio dominio de las bases: es decir, conocen a los militantes
más que sus propios líderes.
Son tipos jóvenes, pero mayores de 30 años, y que, si bien trabajan continuamente
en terreno y en regiones si es necesario, su mayor despliegue es en época electoral
o en elecciones internas de los partidos.
Harían todo lo posible por desarmar políticamente a los antagonistas de sus gurús.
LA SITUACIÓN EN LAS REGIONES
A esta descripción que hace en su reportaje Rocío Montes hay que agregar algunos aspectos importantes.
Los operadores políticos que conocemos por estos lados, - ya saben que están enquistados en todo el sistema político partidista y de gobierno-, consideran según la propia definición de uno de sus más altos representantes : “ que la política es una lucha por su supervivencia “.

Bajo esta premisa todo es posible, personalmente y con otros amigos que participamos en la acción política, hemos vistos y experimentado en nuestras personas que usan métodos mafiosos, como las amenazas con matones de su círculo de confianza, tratar de provocar accidentes rajando neumáticos de los autos de sus “enemigos”, agredir físicamente y a mansalva a las personas que les enfrentan y derrotan cara a cara, de modo de intimidar e imponer su liderazgo, mentir y distorsionar la realidad a su conveniencia en forma permanente.
También en esa lógica de supervivencia, no les importa traicionar los acuerdos políticos de sus partidos, ni trabajar o votar por políticos de otras colectividades para lograr favores personales, como asesorías o cargos a honorarios. Incluso, algunos ya haciendo carrera escalaron a cargos de confianza en los gobiernos y gabinetes regionales. Claro que no duran mucho, aunque otros con su habilidad logran mantenerse un tiempo más largo, pero eso no tiene mayor sentido en el tiempo, ni trascendencia en la historia del hombre.
Gandhi decía: “ siempre que estoy triste por mi pueblo, recuerdo la historia y veo que nunca los tiranos o los déspotas han durado mucho en sus cargos”

Los operadores políticos sienten que tienen impunidad absoluta para hacer y deshacer dentro del partido, se sienten con derecho a no respetar Estatutos, no cotizar a la Tesorería del partido o negociar cargos para ellos mismos o sus familiares.
Esto sucede porqué Dirigentes y algunos Tribunales Partidarios prefieren mantener esta situación de clientelismo y no trabajar políticamente por la transformación de la Sociedad, a cambio de mantener un partido controlado y en orden, distribuyendo pegas sólo a los que se pliegan al sistema.
Ahora todos condenan estás prácticas, pero hasta ayer, todos las fomentaban. Los operadores políticos nunca han aparecido de la nada. Lo difícil es desarraigar estas prácticas, ¿Cómo hacer para que funcione democráticamente la institucionalidad partidaria?, ¿ Cómo terminar con la impunidad?, ¿ Cómo limpiar la casa?.
En regiones la situación es muy delicada, estos operadores no actúan solos, son pandillas como sostiene Flores, pero hay un hecho no menor y es que son tipos que se coluden también con gente de su calaña de otros partidos y juegan al poder, en los espacios que les permiten sus protectores. Son capaces de hablar en nombre de partido para quitar un trabajo, vetar a otros, cambiar o vender lo que sea para mantener sus cuotas de poder. Claro, todo estas situaciones hacen que se mareen y se sientan imbatibles, cometen errores y caen en sus propias redes de pirquineros de la política. Ya no son los héroes de sus partidos, son los que se llenan sus bolsillos y favorecen a sus amigos. No son políticos de verdad, menos servidores públicos. Son los mediocres, engreídos e incapaces.
en terreno y en regiones si es necesario, su mayor despliegue es en época electoral
o en elecciones internas de los partidos.
Harían todo lo posible por desarmar políticamente a los antagonistas de sus gurús.
LA SITUACIÓN EN LAS REGIONES
A esta descripción que hace en su reportaje Rocío Montes hay que agregar algunos aspectos importantes.
Los operadores políticos que conocemos por estos lados, - ya saben que están enquistados en todo el sistema político partidista y de gobierno-, consideran según la propia definición de uno de sus más altos representantes : “ que la política es una lucha por su supervivencia “.

Bajo esta premisa todo es posible, personalmente y con otros amigos que participamos en la acción política, hemos vistos y experimentado en nuestras personas que usan métodos mafiosos, como las amenazas con matones de su círculo de confianza, tratar de provocar accidentes rajando neumáticos de los autos de sus “enemigos”, agredir físicamente y a mansalva a las personas que les enfrentan y derrotan cara a cara, de modo de intimidar e imponer su liderazgo, mentir y distorsionar la realidad a su conveniencia en forma permanente.
También en esa lógica de supervivencia, no les importa traicionar los acuerdos políticos de sus partidos, ni trabajar o votar por políticos de otras colectividades para lograr favores personales, como asesorías o cargos a honorarios. Incluso, algunos ya haciendo carrera escalaron a cargos de confianza en los gobiernos y gabinetes regionales. Claro que no duran mucho, aunque otros con su habilidad logran mantenerse un tiempo más largo, pero eso no tiene mayor sentido en el tiempo, ni trascendencia en la historia del hombre.
Gandhi decía: “ siempre que estoy triste por mi pueblo, recuerdo la historia y veo que nunca los tiranos o los déspotas han durado mucho en sus cargos”

Los operadores políticos sienten que tienen impunidad absoluta para hacer y deshacer dentro del partido, se sienten con derecho a no respetar Estatutos, no cotizar a la Tesorería del partido o negociar cargos para ellos mismos o sus familiares.
Esto sucede porqué Dirigentes y algunos Tribunales Partidarios prefieren mantener esta situación de clientelismo y no trabajar políticamente por la transformación de la Sociedad, a cambio de mantener un partido controlado y en orden, distribuyendo pegas sólo a los que se pliegan al sistema.
Ahora todos condenan estás prácticas, pero hasta ayer, todos las fomentaban. Los operadores políticos nunca han aparecido de la nada. Lo difícil es desarraigar estas prácticas, ¿Cómo hacer para que funcione democráticamente la institucionalidad partidaria?, ¿ Cómo terminar con la impunidad?, ¿ Cómo limpiar la casa?.
En regiones la situación es muy delicada, estos operadores no actúan solos, son pandillas como sostiene Flores, pero hay un hecho no menor y es que son tipos que se coluden también con gente de su calaña de otros partidos y juegan al poder, en los espacios que les permiten sus protectores. Son capaces de hablar en nombre de partido para quitar un trabajo, vetar a otros, cambiar o vender lo que sea para mantener sus cuotas de poder. Claro, todo estas situaciones hacen que se mareen y se sientan imbatibles, cometen errores y caen en sus propias redes de pirquineros de la política. Ya no son los héroes de sus partidos, son los que se llenan sus bolsillos y favorecen a sus amigos. No son políticos de verdad, menos servidores públicos. Son los mediocres, engreídos e incapaces.
No crean que esta gente va a responder por sus acciones, ellos nunca son culpables, si golpean esconden la mano o pagan para acallar a sus agredidos, si se equivocan reiteradamente en las mismas y sospechosas cosas de dineros, ellos no se inmutan, declaran que van a tomar las medidas del caso. Nunca asumen responsabilidades políticas. Sólo se van cuando los echan con escándalo y aun así, se las arreglan para manejarse comunicacionalmente y construir una salida que les permita seguir manejándose posteriormente. Claro que en realidad. Sus patrones los instalan en otro cargo de menor visualización para seguir usando sus servicios y así pasan sin pena ni gloria, pero con dinero en los bolsillos.
Pero esto que afecta a los partidos, más afecta a la sociedad, a la acción pública, al desarrollo de las comunidades. De hecho, el estancamiento de muchas zonas del país es fruto de la inoperancia y del poco apego que tienen estos operadores por su pueblo. Sus intereses están primero que los de los habitantes de sus comunidades, allí van muy de vez en cuando y les dicen unas cuantas cosas para que queden tranquilos y el pueblo sigue esperando.
Esperando que alguien elaboré un buen proyecto para traer el agua potable, pavimentar calles, mejorar viviendas o construir sedes sociales. Soñando con que las cosas puedan mejorar. Que sus hijos reciban educación para el trabajo, que tengan empleo, que las casetas sean más amplias, que en la posta atienda personal de salud, que tengan mas resguardos para evitar la delincuencia. Pero eso es difícil, el operador toma los proyectos que ya están aprobados, que cumplen la formalidad y los aprueban de nuevo. El pueblo no entiende y sigue esperando. Nadie responde por nada.
